Responsabilidad para el futuro
Introducción
Cuando
se es joven uno se siente invencible de alguna manera, se piensa que todavía
hay muchas cosas por delante y que nada puede detenernos. Probablemente se
piensa lo mismo del planeta que habitamos se piensa que no se van a acabar los
recursos, que todavía tenemos tiempo para seguir explotando, no nos damos
cuenta de que en realidad si podemos ser vencidos y así también lo puede ser la
tierra. Así pues vamos en picada a un futuro que podría no ser tan bueno como
lo esperamos y lo peor es que hemos sido nosotros los que han pavimentado el
camino.
Cada
vez es más evidente el problema así como las consecuencias del calentamiento
global, nos damos cuenta del gran daño que este podría, e incluso ya, está causando
en varias poblaciones a nivel mundial. Es un factor importante en este tema ver
el impacto que tienen los humanos ya que el calentamiento o la aceleración del
ciclo natural de este se le está atribuido a la actividad humana. Siendo éste
el caso es imprescindible que se analice el problema desde una perspectiva de
responsabilidad, no solo por la población que actualmente habita la tierra sino
también por la población futura que tendrá que lidiar con las consecuencias de
nuestras acciones. Así pues en este escrito se tomara como tema central la
responsabilidad que se tiene para el cuidado del ambiente y las implicaciones
éticas que se tienen visto desde un punto de vista de responsabilidad, dignidad
humana y la justicia social que merecen los habitantes del planeta, presentes y
futuros.
Key words: Sustentabilidad, responsabilidad,
generaciones futuras, cambio climático, calentamiento global, ética, justicia
social
El
término sustentabilidad no fue propiamente designado hasta 1987 cuando La
Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, establecida por las
Naciones Unidas, definió el desarrollo sustentable como el "desarrollo que
satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades que
tienen las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades"(WCED,
1987) poniendo así la pauta de lo que es
un verdadero desarrollo sustentable uno que no solo tenga en cuenta las
necesidades del ahora sino también las del mañana. Estas necesidades que
tendrán las nuevas generaciones están siendo afectadas por el fenómeno del
calentamiento global que amenaza con mermar la calidad de vida de muchos no
solo en el futuro sino que ya está sucediendo, se ven como se causan estragos
en minorías que no son puestas al ojo público pero que están en peligro de
desaparecer e incluso muchas personas se han convertido en refugiados
climáticos. (Baird, 2008).
Y aun con esto hay quienes repudian este
hecho ya que la predicción del cambio climático es difícil y no puede ser
calculado con exactitud, además de que el cambio climático es un proceso
natural, que se da con los años. Es por eso que muchos científicos tienen
complicaciones al momento de determinar cuál es el impacto real del hombre
sobre este cambio, ante esta falta de exactitud “los políticos les aconsejan
volver a sus laboratorios y hacer más investigación” (Schifter & Macías,
2005, p.9). Y si bien es cierto que este fenómeno es algo natural en la tierra,
y científicos desde años atrás han estado investigando y midiendo todos estos
cambios en los patrones de clima, “la
cantidad y patrón de calentamiento que se ha medido no puede explicarse
únicamente mediante estos factores. La única forma de explicar este patrón es
incluir el efecto de los gases de invernadero (GEI)
emitidos por los humanos.” (National Geographic) La evidencia del impacto de
los humanos en el fenómeno es más contundente. Se pueden observar cambios en la
temperatura media mundial, durante el siglo veinte el aumento ha sido de 0.6° C
y continua en aumento en lo que va de este siglo (Schifter & Macías,
2005).
No se puede negar la responsabilidad que
tienen las personas de este fenómeno ya que éste “No es una crisis ecológica, sino
social. Es el resultado de una visión mecanicista del mundo que, ignorando los
límites biofísicos de la naturaleza y los estilos de vida de las diferentes
culturas, está acelerando el calentamiento global del planeta” (Tangencial,
2002). Esta visión que se tiene ha creado un estilo de vida en la sociedad que
deteriora el ambiente, esto es algo inaceptable, como seres racionales el ser
humano tiene la capacidad de tomar decisiones, así pues siguiendo un modelo
utilitarista al enfrentarse con la decisión del estilo de vida que se debe
llevar la sociedad en general debería considerar que es lo que será mejor para
todos y que es lo que trae las mejores consecuencias para todos. (Rachels,
2008, p; 151).
Pero se debe recordad que “todos” no
solo se refiere a las generaciones presentes, hemos llegado a un punto en el cual preocuparnos por nuestro
propio bienestar no es suficiente, siempre hemos visto y escuchado como
nuestros padres y abuelos trabajaron para dejarnos lo que ellos concebían como
un mejor futuro o mejores oportunidades, siguiendo esa lógica se debería hacer
lo mismo y pensar en dejar más a las generaciones por venir. Así pues es
preciso que se vea por un modelo comunitarista cuyo lema es “la responsabilidad
de todos y para todos” (Adán, 2003) de esta manera no habrá exclusión y cada
uno de los individuos deberá tomar responsabilidad por los daños que cometa al
ambiente así contribuyendo a la comunidad entera.
Y si bien
el problema puede, y debe ser resuelto desde los escalones más bajos de la
sociedad el factor gobierno juega un papel muy importante en el desarrollo de
políticas de sustentabilidad. Desafortunadamente todavía hay una falta de acción por parte la
sociedad mundial, cosa que se refleja en los gobiernos del mundo en parte
haciendo de lado el problema, algo que se hizo muy obvio cuando el Protocolo de
Kioto[1]
fue prácticamente abandonado, se espera que el problema sea resulto cuando se
tengan los recursos o la tecnología suficiente, incluso “Algunos economistas
justifican el movimiento lento de las actuales generaciones ya que las futuras
generaciones serán más ricas por el crecimiento económico” (Gardiner, 2011).
Pero esperar no es suficiente ya que
“Los efectos adversos del cambio
climático sobre las poblaciones humanas y no humanas son irreparables (…) El cambio climático priva a las
poblaciones vulnerables de su derecho a vivir dignamente” (Ibana, 2012). No es
justo que se les quite la oportunidad a los otros para tener un mejor presente.
En
esto se puede utilizar el imperativo categórico de Kant que pone por encima de
cualquier otra cosa la dignidad humana, nos dice que todos tienen metas y
deseos que quieren realizar lo cual es común para un ser racional, pero si
alguien atenta contra estas metas o de alguna manera les quita la libertas de
elegir estas o de obtenerla está atentando contra su dignidad (Rachels, 2008,
p; 211). Así pues si acabamos con los recursos limitados que se tienen y no se
dejan opciones para las generaciones futuras entonces se atenta contra su
dignidad. Y si bien Kant dice que todo lo que no sea un ser racional puede ser
usado como medio “Realmente no es aceptable que utilicemos los recursos del
planeta, incluida su biodiversidad, para nuestros objetivos, y las necesidades
sociales deben estar balanceadas con las de los demás organismos” (Ghul, 2008).
Si bien los recursos están ahí para nuestro uso no están ahí para nuestro
desperdicio se debe usar lo necesario para conseguir lo que se quiere y además
pensar en la vida que tendrán los que vienen después solo de esa manera se
podrá ser realmente justo.
En conclusión, el cambio climático y la
necesidad de un cambio a un estilo de vida sustentable es una realidad que no
se puede negar. Vivimos en mundo que se desgasta cada vez más y es la
responsabilidad de todos velar porque este sea un mundo en el que todos puedan
vivir de una manera digna no importa cuántas generaciones en el futuro. Para mi
es importante ver este fenómeno no solo como algo de la naturaleza, sino
también como un fenómeno muy humano. Al atribuirnos el título de seres
racionales acarreamos muchas responsabilidades hacía con nosotros mismos y la
naturaleza que nos rodea, así pues, creo que lo mínimo que se espera de
nosotros es que usemos esa razón de la que estamos tan orgulloso para cosas
realmente provechosas y no cosas que nos autodestruyan.
Referencias Complementarias
Gardiner, S. (20 de octubre de 2011). The Ethical Dimension of Tackling Climate
Change. Yale Environment 360.
Repuerado el 12 de febrero de 2014, de
http://e360.yale.edu/feature/the_ethical_dimension_of_tackling_climate_change/2456/
Ibana,
R., & Richardson, H. (2012, July 9). "No debemos dañar
de forma irreversible el patrimonio común de la humanidad" – Entrevista
con Rainier Ibana y Henry Richardson. UNESCO.
Recuperado el 12 de febrero de 2014, de http://www.unesco.org/new/es/media-services/singleview/news/we_must_not_irreversibly_damage_the_common_heritage_of_mankind_interview_with_rainier_ibana_and_henry_richardson/#.Uv17FPl5OSo
Referencias Básicas
Corpas,
A. G. (2008). Aspectos éticos del calentamiento climático global. Bioetica, 8 (2), 20-29.
Retrieved March 26, 2014, from http://www.redalyc.org/pdf/1270/127012550003.pdf
Adán, J. P. (2003). El comunitarismo de Don
Quijote. Comunitarismo: cultura de la solidaridad (pp. 11-61). Madrid: laCaja. Retrieved May 6, 2014, from
file:///C:/Users/Marina/Downloads/JOE%20comunittarismo%20Don%20Quijote%20.pdf
Rachels, J. (2008). Introducción a la filosofía moral. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.
[1] “El PK, como se le denomina por abreviar, fue estructurado en función de
los principios de la Convención. Establece metas vinculantes de reducción de
las emisiones para 37 países industrializados y la Unión Europea, reconociendo
que son los principales responsables de los elevados niveles de emisiones de
GEI que hay actualmente en la atmósfera, y que son el resultado de quemar
fósiles combustibles durante más de 150 años. En este sentido el Protocolo
tiene un principio central: el de la «responsabilidad común pero diferenciada».”(UN)
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