Jorge
Emiliano Guzmán Lino-A00343853
Ética,
persona y sociedad
Instituto
Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey
09/05/14
Responsabilidad
colectiva ante el Cambio Climático
Resumen
En el
presente ensayo se plantea el tema del cambio climático a partir de perspectivas
éticas. Como primera parte, se definen ciertos conceptos científicos
fundamentales. Se plantea el problema, reconociendo las causas y consecuencias.
Es a partir de las consecuencias, donde se enfoca principalmente el ensayo, a
base de la corriente ética del Utilitarismo. Para esto se recurren a ejemplos
de los principales productores de contaminación, analizando la responsabilidad
individual y colectiva. Por último se aborda el tema del compromiso por parte
de las naciones por encontrar soluciones, y las repercusiones del problema en
torno al reino animal.
Palabras claves:
Cambio climático, Efecto Invernadero, Utilitarismo, Costo-beneficio,
Responsabilidad ética, Consecuencialismo.
Introducción
A lo largo de la historia, el ser
humano se las ha ingeniado para poder satisfacer sus necesidades básicas. Para
esto se ha hecho valer de sus recursos naturales a partir del desarrollo de la
tecnología. Sin embargo, los procesos por los que el hombre se ve involucrado
están afectando el clima de nuestra atmósfera. Los automóviles, los métodos de
obtención de alimentos, y las industrias, por mencionar algunos ejemplos, contaminan
el ambiente y expulsan grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Lo
importante de analizar es que el cambio climático es un asunto de nivel
mundial, por tal motivo repercute a cada uno de nosotros. El problema se
presenta cuando observamos que ciertas regiones del mundo presentan una mayor
cantidad de consecuencias inmediatas a comparación del resto del mundo. Los
efectos de contaminación de una población pueden no repercutir directamente en
su calidad de vida pero si en alguna otra parte de la tierra. Por tal motivo
nos encontramos ante un problema de responsabilidad, igualdad y justicia. En
donde estos tres factores se ven involucrados en la manera en que tomamos
decisiones.
El mundo en el que
vivimos se está calentando. La contaminación que el hombre está provocando,
genera una gran cantidad de gases de efecto invernadero, los cuales son los
responsables de mantener y controlar la temperatura de la tierra. Sin embargo,
el aumento desmedido de estos gases,
altera el proceso de enfriamiento de la tierra y por tal motivo, el
aumento de la temperatura. Como resultado de la expansión de las altas
temperaturas, una de las principales consecuencias es que el hielo ubicado en
los polos, se encuentra en un proceso de descongelación importante y por efecto,
los océanos a nivel mundial han aumentado de 10 a 20 cm (Pearce, 2002, pg. 8).
El hombre está
forzando a que la temperatura de la tierra este cambiando drásticamente. La
intensificación del efecto invernadero amenaza con hacer al mundo un lugar cada
vez más incómodo. Se es muy difícil comprender como es que el fenómeno se
distribuye en la tierra, pero es claro que con una atmósfera más caliente, esta
será más dinámica y por consecuente la presencia de climas extremos es
evidente. “Los lugares más húmedos van a ser más húmedos y los secos van a ser
más secos” (Pearce, 2002, pg. 24).
La realidad es que
la falta de compromiso por parte de naciones del mundo, hacen que este problema
mundial tenga que ser enfrentado de manera individual. Esto es evidente pues
podemos observar que los principales responsables de contaminar nuestra atmósfera
debido a las producciones alimentarias y otras actividades, son los países
desarrollados, pero aquellos que son más vulnerables a las consecuencias del
cambio climático y por consecuente a la falta de alimento, son los países en
desarrollo más pobres del mundo (Brown, 2007). Las regiones con mayor cantidad
de industrias, América del Norte, Asia y
Europa cargan con el gran peso de ser las causantes del 90% de emisiones de
dióxido de carbono a nivel mundial, con un promedio de 22 billones de toneladas
al año (Maslin, 2004, pg. 11). Por su parte, información nos indica que a lo
largo de 2011 y 2012, debido a la irregularidad de las lluvias y las fuertes
sequías en la región de África subsahariana, han ocasionado que la producción
de alimentos se haya reducido en países como Zimbabue y Mali (Durán, 2012, pg. 33).
Ante esta situación,
presenciamos un problema de equidad y justicia. Las mismas naciones que a lo
largo han sido las que más han contribuido al recalentamiento mundial, se
encuentran mejor preparadas tecnológicamente para adaptarse a los impactos
climáticos a comparación del resto del mundo, que ante esta situación, las
soluciones son muy pobres. La falta de recursos complica de forma importante la
adaptación a los cambios del clima. Los ciclones tropicales y tormentas son un
claro ejemplo de fenómenos que impactan de forma rápida al desplazamiento de
personas. Aproximadamente el número de personas afectadas por las inundaciones
cae entre 99 millones entre 2000 y 2008 y por los ciclones, alrededor de 39
millones (UNESCO, 2011, pg. 6). La población que no es capaz de superar estos
fenómenos, son obligados a desplazarse de vivienda, en donde los más afectados
son las personas con más bajos recursos.
Pero ante la
problemática del cambio climático, no se trata de quien tiene la mayor carga de
la culpa, pues las demás regiones del mundo que no fueron mencionadas
anteriormente no se quedan atrás. América del Sur, África, y nuevamente Asia,
son responsables del 90% de las emisiones diarias de CO2, debido a
la explotación de los suelos, alrededor de 4 billones de toneladas al año
(Maslin, 2004, pg. 11). Una cantidad mucho menor a la de 22 toneladas
registrado por las industrias, pero igual de importante.
Una nación tiene
como responsabilidad velar por las necesidades de sus ciudadanos a tal grado de
tomar medidas que se adecuen a sus ingresos y modelos de producción. Es aquí,
donde entra la corriente ética del Utilitarismo en donde nos habla del aspecto de
costo-beneficio, el cual consiste en la producción de la mayor cantidad de
felicidad en la mayor cantidad de personas (Rachels, 2008, pg. 151). El
argumento de que una nación vela por la mayor cantidad de felicidad, puede ser
contraproducente. Tomemos el ejemplo de una de las novedades más importantes de
la modernidad: el automóvil. Si bien este medio de transporte ha sido de gran
utilidad para el ser humano, también es considerado un gran productor de
dióxido de carbono. Un solo automóvil produce aproximadamente 149 gramos de CO2 por kilómetro. Pensando en la
gran cantidad de carros que existen en la actualidad, la aportación de CO2 es sumamente importante. Si bien
el automóvil puede producir felicidad al conductor, las consecuencias a futuro
de una sola nación no es nada satisfactorio. Pues el uso de estos a nivel
ciudad se puede ver directamente en la contaminación que produce. Poblaciones
con cielos grises (smog) y problemas de salud, se pueden ver reflejados en el
entorno. La presencia de óxidos de carbono y nitrógeno, por ejemplo, aumentan
los efectos de irritación de ojos, garganta y piel, así como problemas en el
sistema respiratorio, produciendo asma y bronquitis, por mencionar algunos
casos (Keimer, 2012, pg. 138). Las consecuencias a futuro deben ser
consideradas en todo momento, pues los problemas pueden ser incluso peores.
El cambio climático
afecta la manera en que vivimos, pero no solo de los seres humanos, también de
los animales. Si hablamos de un problema de equidad y justicia, los animales
caen con las consecuencias más significativas. La fragmentación de la
biodiversidad amenaza la supervivencia de muchas especies. La pérdida de los
bosques tropicales es una gran amenaza para el aumento de la temperatura.
Estudios revelan que si el bosque tropical más grande del mundo, El Amazonas,
se llegue perder a más de 75% del territorio, la temperatura de la tierra
aumentaría 2ºC, lo cual sería catastrófico, pues durante 600 mil años previos,
la tierra solo se ha calentado una cantidad aproximada de 0.6ºC (Pearce, 2002, pg.
43). Los animales se envuelven en el mismo problema migratorio que el hombre,
pero a una escala mucho mayor. Animales como los pájaros e insectos pueden
cambiar de hábitat sin problema, pero el alimento que estos necesitan no. Esto
sucede por igual con todos, pues las condiciones de supervivencia son muy rígidas, y cualquier cambio en su calidad de
vida solo significa la muerte.
Las soluciones se
basan en la unidad y compromiso de las naciones del mundo. En asumir la
responsabilidad por igual y afrontar juntos las consecuencias próximas y las
posibles soluciones. Uno de los principales esfuerzos para hacer recortes a las
emisiones, fue el Protocolo de Kyoto, firmado en 1997. De acuerdo a cada nación
se le asignó un recorte específico, en donde EUA se llevó el porcentaje mayor,
con un 9% (Pearce, 2002, pg. 49). A pesar de que la industrialización continuó
su paso, las emisiones de CO2 después del tratado
no aumentaron tan rápido como se tenía previsto, con un aumento del 6% en la
década de los 90s comparado con 15% en los ochenta. El esfuerzo colectivo entre
naciones se fue fortaleciendo, y a su vez nuevas fuentes de energía
alternativas se dieron a la luz. Ejemplos como el aprovechamiento de la fuerza
del viento y del sol, son los métodos más importantes utilizados actualmente. Sin
embargo, ante la creación de nuevas fuentes de poder, existen corporaciones
grandes, sobre todo dentro de la industria del petróleo, que se han preocupado
de enmarcar la visión de los aumentos de los costos con estas nuevas
tecnologías. Si bien como se ha estado mencionado el aspecto de
costo-beneficio, para este caso el beneficio excluye a un sector muy grande de
la población, donde los mayormente beneficiados vienen siendo las propias
empresas.
Conclusión
El problema del
cambio climático puede ser la amenaza más importante para la estabilidad de la
vida en la tierra. Como especie, podríamos considerarnos con suerte debido a
que hasta la fecha no ha ocurrido algún evento catastrófico que haya
involucrado la destrucción de la tierra. Es por tal motivo que el cambio
climático es un factor que nosotros mismos estamos modificando, por ende,
tenemos el control de poder frenar esta situación. A pesar de que aún no se
tiene certeza de los eventos que puedan ocurrir a futuro, tenemos la capacidad
de prevenir la posibilidad de la creación de una catástrofe climática. Contamos
con la tecnología necesaria, lo que en realidad no queda muy claro, es si en
realidad tenemos el compromiso social y político para llevarlo a cabo.
Referencias
básicas
Rachels, J. Introducción a la filosofía moral. Mc
Graw Hill. México, DF: 2007.
Duran, G. Sánchez,
A. (Junio 2012). Cambio climático y
derecho a la alimentación. Recuperado de http://www.theaahm.org/fileadmin/user_upload/aahm/docs/Cambio%20clim%C3%A1tico%20y%20derecho%20a%20la%20alimentaci%C3%B3n.pdf
Pearce, F. El calentamiento global: Guía básica sobre
los cambios climáticos. Editorial Planeta. México, D.F: 2002.
Maslin,
M. Global Warming: A very short
introduction. Editorial
Oxford. Nueva York: 2004.
UNESCO. Migration
and climate change. Editorial Cambridge. EUA: 2011.
Thompson,
A. Keymer, B. Ethical adaptation to
climate change: Human virtues of the future. Editorial MIT Press. Massachusetts: 2012
Material complementario
Gardiner,E.
(Octubre 2011).The Ethical Dimension of Tackling
Climate Change. Recuperado dehttp://e360.yale.edu/feature/the_ethical_dimension_of_tackling_climate_change/2456
Naciones Unidas.
(2008). Cómo afrontar la crisis
alimentaria mundial. Recuperado de http://unctad.org/es/Docs/osg20081_sp.pdf
Brown, D. (2007). El deber ético de las naciones para reducir
la amenaza del cambio climático. Recuperado de
http://www.mundosigloxxi.ciecas.ipn.mx/pdf/v06/23/02.pdf
Osman, B. (2009). Los impactos del cambio climático, la
adaptación y los vínculos con el desarrollo sostenible en África. Recuperado
de http://www.fao.org/docrep/011/i0670s/i0670s03.htm
UNESCO. (2010).
Towards an ethical framework for climate
change polices. Recuperado de
http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001893/189396e.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario