ITESM Campus Guadalajara
Abigail Cervantes Castillo
Ética, persona y sociedad
Maestra: Dra. Alicia Ocampo Jiménez
11 de mayo de 2014
Obsolescencia programada: el camino al consumismo
.Abstract:
El ensayo
propone una crítica hacia el sistema de obsolescencia programada en el que
estamos viviendo, cómo las empresas han tomado ventaja de esto desarrollando
productos con pocos meses de funcionamiento para que estos queden obsoletos y
los consumidores deban comprar uno nuevo. Se analizan este caso por medio de
algunas teorías éticas como el utilitarismo y el imperativo categórico y se
llega a la conclusión de que este problema es uno de los principales factores
por los cuales se ha desarrollado una sociedad consumista.
Palabras
clave: Obsolescencia programada, ética de consumo, utilitarismo, imperativo
categórico, responsabilidad moral empresarial.
En la actualidad cada vez hay tecnologías más
avanzadas, esto hace que muchas personas prefieren cambiar sus equipos electrónicos
por unos más avanzados cuando todavía están en perfecto funcionamiento, esto
nos lleva a un estado consumismo. Una de las razonas por las que se creó el
consumismo es la obsolescencia programada, esta inicia en 1932 “cuando el
promotor inmobiliario Bernard London, en su libro ‘Ending the depression through planned
obsolescence’ , propuso su aplicación como medida para superar
el Crack del 29. Su propuesta consistía en definir un periodo de vida para cada
producto, transcurrido el cual debería ser entregado a la Administración” (Méndez,
2011). Las empresas tomaron la obsolescencia programada como una ventaja y
deciden crear aparatos de menor calidad y precio por igual de diseñar aparatos
más caros y con una mayor durabilidad, ya que estos se vuelven obsoletos de
igual manera por no ser compatibles con los nuevos diseños. Las personas al
tener a la mano una amplia gama de productos los cuales van evolucionando día
con día, les entra el deseo de poseer lo que va saliendo al mercado y empiezan
a pertenecer cada vez más a una sociedad consumista.
Una empresa con ética debería preocuparse por sus
consumidores tanto por sus ganancias, el diseño de sus productos debería
adecuarse a la vida de ellos y promoverles una buena calidad de vida; ya que tú
como empresa, debes tomar en cuenta que tus clientes se mantendrán fieles a ti
si eres honesto con ellos y les brindas un buen servicio. Si tú solamente te
preocupas por crear aparatos electrónicos de baja calidad pero muy avanzados
para obtener mayores ganancias estás utilizando a tus consumidores solamente
como mero medio; tú estás recibiendo todas las ventajas ya que vendes más productos
y ganas más dinero, en cambio los consumidores solamente están desperdiciando
su dinero en algo que les durará muy poco tiempo y después tendrán que obtener
uno nuevo, más avanzado. Como expone Rachels sobre el utilitarismo en su libro Introducción a la Filosofía Moral, “El
componente final de la moralidad utilitarista es la idea de que debemos tratar
el bienestar de cada persona como de igual importancia” (2009). Aquí las
empresas solamente están pensando en su propio bienestar y están dejando a un
lado el de sus clientes, solamente se benefician ellas mismas con estas
prácticas y el utilitarismo también dice que el fin justifica los medios
siempre y cuando se proporcione felicidad/bienestar al mayor número de
personas, en este caso no aplica esta regla ya que hay un mayor número de
consumidores que de empresas, por lo tanto no sería lo mejor para el mayor
número de personas.
Si las empresas crearan productos con durabilidad de
por vida, la demanda caería al punto de dejar a miles de personas desempleadas.
Las economías dependen mucho de la demanda consumista y sin esta empezarían a
caer en crisis. Esto también frenaría la innovación, las tecnologías no se
desarrollarían tan rápidamente, dejando a esas empresas en quiebra por manejar
productos obsoletos. Las empresas serían las más afectadas si se desarrollaran
solamente productos con durabilidad de por vida, podrían ganar fama y prestigio
por manejar tan buena calidad en sus productos, pero sus ventas serían muy
bajas y estas empresas podrían llegar a desaparecer al no generar las ventas
necesarias para sostenerse económicamente. Por el lado de los consumidores,
podrían ocurrir dos cosas; algunos estarían sumamente felices al encontrar por
fin una empresa que maneje productos de buena calidad que duren muchísimo
tiempo, pero otros se podrían enfadar de una empresa que solamente saca el
mismo producto año tras año sin hacerle ninguna mejora o modificación, dejarían
de ser sus consumidores.
Lo más adecuado para las empresas y para sus
consumidores sería llegar a un punto medio entre el consumismo y su ausencia.
El consumismo en exceso trae consigo diversos problemas pero su ausencia
también. Para poder regular esto es necesario que tanto las empresas como los
consumidores analicen este caso tomando en cuenta la perspectiva de los stakeholders “Cualquier grupo o
individuo que pueda afectar o ser afectado por el logro de los propósitos de
una corporación. Stakeholders incluye a empleados, clientes, proveedores,
accionistas, bancos, ambientalistas, gobierno u otros grupos que puedan ayudar
o dañar a la corporación” (IESE, 2009). Así la solución que planteen será
imparcial y será una decisión justa para todos los involucrados en el problema.
La empresa desde
sus inicios debe desarrollar una ética empresarial en la cual se basen todas
sus decisiones. “La ética empresarial es pues, “el descubrimiento y
la aplicación de los valores y normas compartidos por una sociedad pluralista
-valores que componen la ética cívica- al ámbito particular de la empresa, lo
cual requiere entenderla según un modelo comunitario, pero siempre empapado de
postconvencionalismo” (Cortina, 1994:89).” (Crespo, 2003). No es
ético que una empresa engañe a sus consumidores ofreciéndoles un producto que
no les durará mucho tiempo, para que cuando se descomponga, el consumidor no
tenga más opción que comprarse uno nuevo y así la empresa genere más ingresos. “Los
analistas sociales afirman que algunos fabricantes diseñan sus productos
para que entren en desuso antes de que sea realmente necesario reemplazarlos”
(Prada, 2002). Esto es un atentado contra el imperativo categórico de Kant que
dice “Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu
persona como en la persona
de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como
un medio” (Rachels, 2009. Pp. 205); porque las empresas no están siendo
honestas con sus consumidores, ellas programan sus productos para que después
de una determinada cantidad de usos se bloqueen y queden obsoletos; obligando
al cliente a comprar uno nuevo, a un mayor precio puesto que ya es una versión
más reciente y avanzada. No se
debería atentar contra el imperativo categórico en este tema; ya que las
personas deben saber que todos valemos lo mismo y no deben permitir ser
utilizadas como mero medio por las empresas para lograr aumentar sus ganancias.
Por medio de la obsolescencia programada, la cual hace
que las empresas diseñen productos con una falla interna para que estos dejen
de funcionar después de una determinada cantidad de usos; las personas se han
acostumbrado a comprar un mismo producto año tras año. Cada vez se hacen más
consumistas, ya que quieren tener todo lo que va saliendo al mercado, sin
importar la calidad de los productos, si no su modernidad. Muchas veces ni
necesitan esas actualizaciones pero al ver que los demás las tienen ellos
también quieren ser parte de ese grupo. Esto lo hacen simplemente para sentirse
superiores a los demás y mostrar su poder económico, para poder encajar en una
clase social a la que muchas veces ni pertenecen.
“En
la década de los años ochenta se popularizaron en los Estados Unidos frases
como gana el que tenga más juguetes al morir, o compra hasta que te canses…
…aún persiste una alta tendencia hacia la posesión de bienes materiales. Esta
condición ha sido confirmada por una encuesta reciente, en la que el 85% de los
entrevistados respondió que lo que mejor simboliza el éxito es el dinero y todo
lo que éste puede comprar” (Praga, 2002).
Se debe tener una ética de consumo por medio de la
cual se proporcione igualdad para todos. No porque tu tengas más cosas
materiales que otros, valdrás más. Además, como dijo Kant; todos los seres
humanos tenemos un valor intrínseco llamado dignidad, que nos hace valiosos
sobre cualquier precio. “Se debería
cambiar esa estúpida presunción o ‘chip’, empeñada en identificar la felicidad
con el gran consumo del mercado y optar por la calidad de vida y no la cantidad
de productos” (Mira, 2013).
Como Mira
expresa en su cita, debemos tener en cuenta que por medio de nuestras cosas
materiales no llegaremos a ser mejores personas o aumentaremos nuestro propio
valor, lo que nos dará más valor son nuestras propias acciones, debemos actuar
moralmente ante cualquier problema, no porque algo nos beneficie solamente a
nosotros mismos será lo correcto.
Conclusiones
El
consumismo es una práctica que ya forma parte de nuestra vida diaria, pero no
debemos dejarnos caer en sus trampas. Cada vez se generarán nuevos productos y
los trataremos de adquirir solamente por estar a la moda y no sentir que nos
quedamos atrás de los demás; pero antes de comprar un producto debemos pensar si
realmente lo ocupamos o será sólo un capricho que utilizaremos poco tiempo para
después reemplazarlo por uno mejor. Por otro lado, las empresas también deben
desarrollar una ética por la cual se responsabilicen de sus productos, deben
dejar de lado la obsolescencia programada; es una práctica que las ha
beneficiado mucho a lo largo de los años y se cree que es buena ya que gracias
a ella mantienen buenas ventas y pueden conservar a sus empleados, pero también
tiene efectos muy negativos sobre la sociedad y el medio ambiente ya que es la
responsable de hacer a las personas cada vez más consumistas y de hacer que todos
esos aparatos que las personas desechan terminen contaminando en basureros de países
menos desarrollados.
Referencias:
Carosio, A. “El consumo en la encrucijada ética”.
(Abril-Junio 2008). Utopía y Praxis
Latinoamérica. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27904102
Cortina, A. (1994) “Ética
de la empresa: Claves para una nueva cultura empresarial”. Madrid: Trotta.
Pp. 17-33.
Crespo, M.F. “Lo ético de la ética empresarial”
(2003). Revista Venezolana de Gerencia. Recuperado de
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29002207
Prada, R. “Análisis de la crítica social al
marketing” (Julio/septiembre 2002). Universidad
Icesi. Recuperado de http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0123-59232002000300004&script=sci_arttext
Rachels, J. (2009). Introducción a la filosofía moral. México: FCE.
Referencias completentarias:
(13 Feb. 2014) "Industrial
design." Encyclopaedia
Britannica. Encyclopaedia Britannica Online Academic Edition.
Encyclopædia Britannica Inc., 2014. Retrieved from <http://0-www.britannica.com.millenium.itesm.mx/EBchecked/topic/286993/industrial-design>.
Dannoritzer,
C. (Director) & Dannoritzer, C. (Writer). (16 de diciembre, 2010) “The Light Bulb Conspiracy” [Documental] España:
IESE. (noviembre 2009) “La evolución del concepto
stakeholders en los escritos de Ed Freeman” IESE
Business School. Recuperado de http://www.iese.edu/es/files/La%20evaluaci%C3%B3n%20del%20concepto%20de%20stakeholders%20seg%C3%BAn%20Freeman_tcm5-39688.pdf
Méndez, j. (08/feb/2011). “Obsolescencia programada.
¿Comprar para tirar?” Heraldo.
Recuperado de http://www.heraldo.es/noticias/suplementos/tercer_milenio/obsolescencia_programada_comprar_para_tirar.html
Mira. H. (22 de mayo, 2013) “El consumo ético” El Mundo. Recuperado de
http://www.elmundo.com/portal/opinion/columnistas/el_consumo_etico.php
Wong, C. (12
de septiembre de 2012). “Planned Obsolescence: The Light Bulb Conspiracy” ESSA.
Recuperado de http://economicstudents.com/2012/09/planned-obsolescence-the-light-bulb-conspiracy/
No hay comentarios:
Publicar un comentario