Daniel Villarreal
Rodríguez
Matricula: a01133511
ITESM Guadalajara
Articulo final Ética de
Verano
En
la actual sociedad mexicana existe una gran deficiencia en cuanto a moralidad
social y ética ciudadana, en nuestro entorno podemos observar como la
impunidad, corrupción, manejo de influencias, mentira, engaño y demás
agravantes lastiman a la sociedad, y hoy en día lo tenemos como un “modus
vivendi” como una forma de vida, ya que
desde que nacimos estuvimos en contacto con ella y sus características como lo
son: La mordida al transito, la piratería de cualquier tipo (sean disco,
películas, DVD, ropa etc.), corrupción, faltas a la moral, faltas de transito
etc. También vemos como todo este tipo de anomalías, faltas a la moral y a las
leyes son cosas cotidianas y con ese ejemplo, con esa enseñanza, y con esa
forma de vivir crecemos, sabiendo que es malo porque lo escuchamos en la
televisión, nos lo dicen nuestros padres, lo dicen las leyes, pero nadie hace
nada, ni vemos que exista realmente un castigo, el cual nos haga reflexionar
y hacernos sentir que realmente es algo
muy malo que deteriora la sociedad y corrompe personas, familias, compañeros y en general un país
junto con su cultura.
Como
lo decía Richard Sennett en su obra “la corrosión del carácter” [1] y como nos
lo mencionó el empresario que entrevistamos, debe de existir una coherencia con
lo que dices y con lo que haces, y para asegurar eso y poder dar un buen
ejemplo a tus hijos, a las personas de
alrededor y a la sociedad en general es algo muy difícil en el tiempo en que
vivimos y en el sistema en el que estamos inmersos. Podemos ver como en la
televisión existen campañas para promover los valores, para crear una sociedad
más unida y con el fin de ser mejores cada día, pero al mismo tiempo, vemos
como esa misma televisora incurre en sobornos, convenios con partidos
políticos, con la creación de instituciones para la beneficencia pública y
ayuda a la sociedad, donde claramente su fin es evadir la mayor cantidad de impuestos,
para obtener mayores ganancias, utilizando el sentimiento de lastima y de
retribución de la sociedad para la captación de bienes económicos. O el propio
gobierno que no hay mucho que redundar o explicar, porque la mayoría de los
mexicano no confiamos en él, por la
larga historia de saqueos, robos de
políticos, convenios de gobierno con asociaciones delictivas y con la misma
corrupción que existe dentro de él.
Por otra parte, escuchamos a nuestros padres
decir que robar es malo y engañar también y que no lo debemos hacer, y podemos ver como él
compra piratería, o da mordida al transito, no respeta las señales de transito,
incurre el faltas menores que al fin de cuentas podemos decir “no pasa nada”, es sólo una pluma que me robe de la oficina
para mi hijo, es solo un dulce que tome del supermercado, pero cuando un niño
crece con esa forma de ver las cosas, que decimos “no es tan tan malo hacerlas, él
se generara una forma de vivir, en la
que, no ser tan malo es bueno.
Como
ejemplo podemos ver como Colombia y sus ciudades como Bogotá y Medellín cambiar
y dieron un giro, por personas radicales en sus convicciones y formas de
pensar, podemos decir que radicales porque para aquellas entidades lo fueron,
estaban tan acostumbrado a la mala vida, corrupciones, asesinatos y demás, que
cuando hubo un cambio total se percibió en un cambio radical, el cual la
sociedad lo fue adoptando como lo vimos con Mockus que sensibilizo a la
ciudadanía y de dio un cambio de moralidad “lo que había”, respetando al máximo
la dignidad de las personas, teniendo buenos modales cuando transitamos por las
calles, y haciendo que las personas recobraran o cambiaran su moralidad de ser
agresiva, con desconfianza y perversa, a una calidez de convivencia. O como lo vimos con Peñalosa que cambio su
entorno físico creando desarrollo económico, o Fajardo el cual dignifico la
moralidad de las personas con centros de convivencia, de estudio, creando
escuelas y creando el sentimiento de pertenencia en las personas para que
sientan el deber del cuidado de lo que les otorgaban. Todo lo dicho de estos
tres personajes con un sentido de participación ciudadana mas allá del ámbito
profesional.
Considero
que para que una persona desarrolle un buen papel dentro de puestos públicos
necesita haber resuelto su vida en cuanto a lo económico y familiar, para que
así pueda dedicarse a realizar el bien y
no a hacer de su vida una carrera política y una forma de obtener recursos para
su vivencia y la de su familia.
Todo
lo dicho hasta ahorita es sólo una parte de lo que se tiene que hacer pensar y
razonar, el complemento es la vida
profesional de cada individuo, de la cual, por el hecho de vivir en un mundo capitalista, consumista en
el que el dinero es el amo y señor de la salud, de la felicidad y buena vida,
tenemos que tener impacto y repercusión en este tema.
En
la realidad laboral y empresarial en la que vivimos esta conformada por grandes
empresas y monopolios, que se rigen por la mayor producción y obtención de
bienes económicos a menor costo, implicando en ello la teoría costo-beneficio, descartando
hasta ahorita la mayoría de corrientes éticas y dejando solo una parte de la
utilitarista.
Esto
tiene una raíz y lo es el mundo global de la producción y la calidad de
formación universitaria que se ofrece, Como lo menciona Etzioni en su trabajo “cuando se trata de ética , las escuelas de
negocios reprueban” Agosto del 2002,
la formación académica repercute directamente en la forma y moral de las
empresas, porque crean personas ambiciosas y les otorgamos la mentalidad de
salir al mundo para terminar con él, con tal lograr los objetivos ambiciosos
planteados, por las empresas y corporaciones, que mas que ser las empresas
quienes los plantean, son los directivos quienes están detrás de todo y
utilizan a la palabra “corporación” a manera de excusarse y no hacerse
responsable de lo que ocasione la corporación en su insaciable busca del
dinero. Tal como lo vemos con los grandes monopolios como Roche, Mitsubishi,
General Electric, Shell entre otros, que han puesto por encima de cualquier
norma o regulación el beneficio que les otorgue seguir con acciones que dañan
el medio ambiente, contribuir a la corrupción y poniéndole precio a la vida humana, caracterizándolas
por: Incapacidad de mantener relaciones a largo plazo, Indiferencia al dolor de
otros o de las personas que lo rodean, repetir mentiras y Mentir para beneficiarse, No sentir culpa
de sus actividades, Desprecio por la seguridad de los demás e incumplimiento de
las normas de convivencia social en lo
que respecta legalmente. Todas las características anteriores afectan a todas
las personas que se ven involucradas dentro de una empresa a los stakeholders
primarios, los cuales primeramente obtendrán beneficios monetarios pero tal ves
a la larga tenga mayor repercusión en ellos, tanto en el tema de la salud como
de la psicosis que generen por los malos tratos, y a los stakeholders
secundarios que son los más desprotegidos y
afectados por las malas acciones de la empresa tanto en la salud como en
el daño social.
Por
ello como dice Kasuga, dueño y
director de Yakult tenemos que promover la lealtad y la convivencia social
humana, tenemos que dar el todo por nuestra raza, nuestro país y nuestras familias.
El desarraigo empresarial corroe a la sociedad, fulmina con cualquier indicio
de prosperidad y esperanza, tenemos que hacer un cambio en la sociedad,
nosotros somos los principales actores,
que con un esfuerzo en común no existe fuerza que pueda con la unión.
Uno
de los aprendizaje que me quedo o que desarrollé durante este verano es, que
antes de tomar cualquier acción estando en cualquier situación, se tiene que
reflexionar y pensar muy bien lo que será la mejor acción, planteárnoslo una y
otra ves de diferentes perspectivas, desde el beneficio para la mayoría de las
personas “utilitarismo”. Desde la forma en que nuestras acciones puedan ser lo
más universal posible concepción Kantiana,
también con el pacto social que adquirimos por estar en una sociedad y
respetar y acatar leyes las cuales aseguran nuestra convivencia y seguridad
“Hobbes, y el contrato social y para fomentar hábitos y repetición de actos que
nos lleven a tener una virtud moral cultural nacional, en la que la participación
de la sociedad en conjunto de nuestras acciones nos otorguen un estado de
derecho, un bienestar para el desarrollo de las sociedades con una ética y
moral que nos ayude a superar los objetivos para el desarrollo del milenio y
para la convivencia humano con la naturaleza y dejar con esto una buena huella
por el viaje que emprendimos cuando nacimos y terminaremos cuando la tierra nos
reclame como su propiedad.
Bibliografía
[1] Sennett, ” La corrosión del
carácter”, Anagrama, colección de argumentos, pagina 13-31.
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