Vivimos en un mundo
cuyo impulsor principal de toda actividad es la economía.
La capacidad de cada
gobierno de todo país está medida en el progreso y desarrollo del mismo, pero
nuevamente, esto depende de la actividad económica en cada sector de la
economía con que cada nación cuente.
Desde hace muchos
años las grandes potencias económicas son las que han tenido el control de como
se mueve la economía del mundo. Es decir que los otros países avanzan en medida
que ellos lo hagan, pero en caso de crisis económica salen de igual manera o
mucho peor afectados.
Tal es el caso de la
gran crisis económica que se vivió en 2008 con la gran potencia mundial,
Estados Unidos, al ofrecer a los
ciudadanos miles de préstamos en hipotecas que los dejarían a muchos endeudados toda su vida. Muchos
países sufrieron las consecuencias junto con ellos.
Lo que más llena de
indignación en este caso son las causas que condujeron a tal suceso: fraudes,
robos, protección de los propios intereses, avaricia extrema por parte de los
altos funcionarios financieros, impunidad, etc.
Los responsables del
sufrimiento de muchas personas estuvo en mano de los más poderosos, que
carecían de la mínima reflexión ética para pensar en las consecuencias de sus
actos; si las pensaron, se vieron más movidos por sus propios intereses.
¿Acaso estos altos
funcionarios no asistieron a las mejores universidades del mundo? Si es así ¿No
se supone que debieron haber sido formados con la mejor educación tanto ética
como profesional?
En todo caso parece
que estos personajes fueron educados para ser una máquina de hacer dinero, pero
para ellos mismos.
Es éste uno de los
casos donde se ve la urgencia de que en las universidades se enseñe a los
alumnos a formarse un juicio ético, porque ¿de que sirve ser el mejor profesional
y el más exitoso, si tus acciones salen a perjudicar a las personas? Es aquí en
donde se comprueba que ni todo el dinero del mundo puede hacerte ético ni mucho
menos comprar el bienestar de la ciudadanía.
La ética de cada
persona viene desde dentro de ella, y es una cuestión en la que debe trabajarse
día a día en toda decisión.
Tales actos de
descaro que cometieron los “mejores” financieros de los Estados Unidos
generaron también sufrimiento a todas las naciones que se vieron afectadas.
¿Que valor tiene el haber generado tantas ganancias, el disfrutar de todos los
lujos del mundo, el ser un hombre poderoso, si lo haces a costa de los demás?
Una persona que se
desarrolla profundos juicios éticos siempre buscará el bienestar de todos. Un profesional
sin ética no puede ser completamente exitoso porque solo gana el y el éxito
implica mucho más que eso. Sin embargo un profesional con ética puede llegar
muy lejos pues está incluida en su satisfacción el ver que todos reciban los
mismos derechos y beneficios.
Como conclusión es
importante guiar a los alumnos a que siempre busquen el mayor bienestar para
todos los que estén a su alcance. Al parecer el mundo se rige por el dinero,
entre más tengas más valioso eres; al final la dignidad de las personas que
menos tienen queda aplastada porque no encajan en un lugar en donde se te juzga
por cuánto ganas y
quién eres.
Anahí Muñoz
Anahí Muñoz
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