En su artículo "Cuando se trata de
ética, las escuelas de negocios reprueban", Amita Etzioni hace notar que
los cursos de ética para estudiantes universitarios son indispensables, y que
los economistas tienden a tener un desarrollo moral más bajo que otros
profesionistas, pues tienen como prioridad recibir mayores ganancias sin
importar los límites impuestos por la ley o las consecuencias que esto pueda
tener.
En el documental “Inside Job” puede verse un efecto de las conclusiones de
Etzioni; la crisis económica que se vive actualmente es producto de un
comportamiento poco ético en las grandes organizaciones que se envuelven en el
área de los negocios. Y me parece gratificante que toda esta información pueda
hacerse pública, sacando “los trapitos al sol” de todos los involucrados,
invitando a la población a estar informada, a hacer reflexiones sobre las
casusas del decaimiento económico y a prevenir que se repita la misma historia.
Se puede decir que la crisis pudo ser prevista e incluso evitada, ya que
quienes jugaron un papel importante en los bancos, en la política, las agencias
calificadoras, los burócratas y profesores universitarios, guiaron sus acciones
simplemente por la avaricia. Pasaron por encima de cualquier necesidad social y
sin poner límite alguno, aún encontrándose conscientes de los efectos que sus
estafas podían tener.
Pienso que el título del documental “trabajo interno” lo dice todo, los
negocios que se llevaron a cabo bajo la bandera del engaño entre unos cuantos (y
durante años) solamente beneficiaron a pocos y llevaron a la bancarrota a
miles. Fueron actos realizados por el interés individual y, por más que
intento, no logro encontrarle ética alguna que pueda validarlos. Muchas de
estas acciones se hicieron a base de mentiras a los consumidores y la mentira
nunca puede ser universalizada, por lo que no tienen justificación ética.
Siento que estos “negocios chuecos” son como una peste, pues se fueron
extendiendo a manera de red hasta convertirse en un monstruo incontrolable y
con efectos irreversibles.
Me da vergüenza pensar que se cometan este tipo de actos tan
deliberadamente, pero todavía considero más vergonzoso que los responsables de
esta crisis no se encuentren en prisión. Si las autoridades no tienen el poder
ni el deber moral para hacer justicia, el que ésta se haga valer me parece una
responsabilidad de todos los afectados, algo que todos deberíamos estar
exigiendo.
Es decepcionante ver la conformidad con la que admitimos la injusticia, la
frase en los negocios “si uno juega, sabe que las mentiras estarán presentes” (Etzioni)
me parece alarmante, ya que indica la costumbre a los malos hábitos y considero
que esta mentalidad es la que ha hecho que quienes ocupan puestos de poder
actúen cínicamente sin ver más allá que su propia codicia, pues al fin y al
cabo no habrá nadie que pueda derrumbarlos y siempre serán “salvados”.
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