viernes, 29 de junio de 2012

Balance final


Jalil Francisco Chávez Galaviz
A01220539
Ética profesión y Ciudadanía
Balance final
            La mayor parte de nuestra vida pasamos, creyendo que el sentido común es la mejor manera de tomar decisiones. Pensamos que siempre habrá una respuesta obvia a las preguntas que puedan surgirnos y que el peso más grande para dichas decisiones, lo tienen nuestros deseos, tomando así una posición individualista y egoísta. Si bien es cierto que ser competitivo es una actitud esencial para afrontar los retos que nos pone la vida, hemos llegado al punto de creer que aislarnos de lo público es la única manera de ser exitosos.
Tal vez lo anterior sea un poco el reflejo del sistema en el que vivimos, un sistema frío, basado únicamente en prácticas deshumanizadoras, en donde el bienestar es invariablemente proporcional al dinero que se obtenga, un sistema bajo el cual el trabajo es la única forma de valer en sociedad y dicho valor, nuevamente, valorado en función de la retribución monetaria que este genere.
Esto es un poco de lo que vivimos hoy en día, un mundo en el que las relaciones duraderas se han desvanecido en la frialdad de los negocios, un mundo dentro del cual la mejor herramienta es la capacidad de adaptación y las mayores debilidades: la edad, el género, estar embarazada, etc. Ante una situación tan inestable, en la que nada es seguro, tan líquida según Bauman, se deben emplear soluciones mucho más completas que únicamente el sentido común.
Es aquí donde se muestra como una de las alternativas de mayor utilidad. Pues ahí donde el sentido común nos permitía ver sólo por nosotros y nuestra felicidad, aparecen reflexiones de personas como Kant, hablando sobre la importancia de obrar de acuerdo al deber, un actuar ligado completamente a una visión de la humanidad como un ente digno, con deberes y obligaciones universales.
A lo largo de la historia reciente, la humanidad a pasado por diversas crisis económicas, como ejemplo último, la acontecida en 2008. Aclaradas las causas que originaron esta gran debacle económica, podemos darnos cuenta de que evidentemente hay una razón mucho más profunda que la económica, pues los fraudes cometidos por los altos funcionarios no se pueden analizar desde una perspectiva financiera o económica de manera adecuada, para entender el grave problema que se enfrentó y en general seguimos enfrentando, hay que ver la ausencia de formación ética en los ciudadanos involucrados en este gran escándalo.  Es ahí donde se encuentra la verdadera respuesta, pues se actúa de manera irresponsable, porque se es incapaz de tomar en cuenta las consecuencias de nuestros actos hacia las demás personas, porque se piensa que el único factor interesante y con verdadero valor, es el económico.
Es por esto que resulta importante lo aprendido en esta clase, pues lejos de analizar una forma absolutista de actuar, hemos entendido que como en muchas situaciones de la vida existen diversas formas de entender un problema y por tanto de darle soluciones. Hemos pasado de la teoría teleológicas, hasta llegar a las deontológicas; de una visión en dichas teorías eminentemente discriminatoria; a una más conciliadora e incluyente como la propuesta por Gilligan. Es decir, la importancia de lo aprendido, radica en el enriquecimiento de la manera de reflexionar, en tomar conciencia de que la ética no es el camino único, sin embargo, proporciona las herramientas suficientes para  tomar mejores decisiones.
En nuestro largo camino por recorrer, se encuentran sin duda, muchas situaciones que implicaran que hagamos razonamientos adecuados y que lejos de llevarlo a un tema meramente filosófico, debemos ser capaces de poner en la mesa las posibilidades y los argumentos que sostienen a cada posibilidad, tomando la decisión que en nuestra opinión se la más conveniente para la situación y el momento.
Ser empresarios como la mayoría en clase desea, es un tema complicado, pues entendemos en términos generales e idealistas la manera en la que el área en la que queremos desenvolvernos funciona, sin embargo, no debemos dejar de lado que en la actualidad existen factores, como el dinero o el poder, que son capaces de corromper con gran facilidad. Esto trae consigo una serie de prácticas que seguramente chocarán con lo aprendido en clases. Una mordida, evadir impuestos, mantenernos esclavizados o mantener esclavizados, sacrificar algo por ganar dinero, son todas situaciones a las cuales seguramente nos enfrentaremos y debemos entonces saber hacer uso de las diferentes vertientes teóricas de la ética.
Finalmente es importante que entendamos, que la mayoría de las ocasiones tomar una decisión puramente ética es prácticamente imposible, y que en esta lucha de intereses de todo tipo, es importante saber ser unos buenos mediadores, saber ser personas reflexivas capaces de tomar una decisión, que si bien no siempre podrá ser la más adecuada, si debe tener un fundamento más profundo, que únicamente el económico, pues es en la medida en la que nos quitemos el pensamiento de que el dinero es la única manera de lograr nuestros objetivos, es hasta entonces que lograremos una sociedad verdaderamente cohesionada

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